martes, 4 de diciembre de 2012

[Episodios] Ambassador 11 - Empiezan a cerrar cabos sueltos



Al día siguiente, los personajes empiezan a moverse en busca de nueva información.

Tras consultar a los compañeros de trabajo de “terrorista” inmolado, estos comentan que últimamente estaba taciturno y a veces pedía dinero prestado. Esto, tras investigar en el domicilio del “inmolado”, le lleva a la conclusión que últimamente apostaba mucho dinero.

Entre el tema del dinero gastado en apuestas y el comentario del viejo mafioso Corleone, realizado el día anterior, deciden investigar un poco el tema. Descubren que existe una mafia muy fuerte en Glisten, dominante en los diferentes ámbitos de los estamentos y poderes locales, que llaman “La Hermandad”, cuyo mayor logro es el casino que se encuentra a media hora en lanzadera de la capital. Según las conclusiones a las que llegan, se dan cuenta que La Hermandad puede ser que esté muy interesada en que la conferencia no fructifique, ya que sino su poder dentro de Glisten podría debilitarse.

Por ello una parte del grupo decide irse al Casino. Un centro importante en el que se apuesta mucho dinero. Un centro en el que existen diferentes centros recreativos, hoteles, un casino, restaurantes y todo lo que podría estar asociado a un centro de estas características.


Una vez dentro del casino, inician una tanda de investigación. Por un lado Ubik Apostos, acompañado de Desty Nova, van directamente al bar del casino, a ver si pueden sacar información al barman o a las camareras.


Mientras tanto, Zak y Sigfrid inician andaduras diferentes dentro de la gran sala de juego, lujosamente adornada y llena de gente, sin llegar a estar excesivamente saturada de ella.


Mientras Sigfrid se dedica a mirar cómo están colocados las cámaras de seguridad, así como el personal de la seguridad de la sala, puede observar una puerta oculta, vigilada únicamente por un solo guardia, por el que pasa personal administrativo y carretones con lo que parece ser dinero en efectivo.

Mientras tanto Zak se dedica a jugar en las mesas, más para poder oír algún  que otro comentario, en especial de los Aslan que pululan por la sala.


Ubik entabla una amena conversación con el Barman. Tras un buen rato de recabar información, aparentemente de interés para la investigación, este le informa que La Hermandad es el dueño del casino y que la jefa es quien domina este centro y otros ocios en Glisten. Al preguntar quién es la jefa, el Barman queda sorprendido, ya que “presuponía” que todo el mundo sabe esta información, indicándole que es Avaraja Astaarte Muktheswara, la Duquesa de Glisten. Asimismo el Barman le informa que si desea juegos ilegales y otras que pueden traer mala fama a Glisten, que mejor es que se pase por la antigua zona industrial de la capital, que en los abandonados almacenes podrá encontrar juegos ilegales de todo tipo.

Con la información reunida, se ponen en contacto con el Hotel, donde Adolfus indaga en la red y contrasta información. Descubren que el Jefe de Policía de Glisten, es el hermano gemelo de la Duquesa; así como que familiares de la realeza de Glisten están posicionados en cargos importantes dentro de los centros de gobierno del sistema, tanto en el político como en el económico.

Inicialmente pensaban que La Hermandad podría sentirse amenazada por los acuerdos de la convención, pero después de ver todo la trama que tiene la Duquesa dentro de Glisten, comprenden que no le afecta en absoluto los acuerdos, más teniendo en cuenta que siempre sentarán las bases en esta convención que Glisten sea el centro neurálgico de las decisiones comerciales del sector, con respecto a los mondos independientes y los Aslan, con respecto al Imperio.

Con la información del Barman del Bar del Casino, el cual indicaba que otros juegos ilegales pueden encontrarse en la parte antigua de los almacenes de la Zona Industrial, consiguen de la policía local la información de diferentes centros donde puede haber “actividades” clandestinas no legales. Curiosamente una de las direcciones del listado conseguido, a Desty le suena mucho, ya que es el almacén abandonado donde consiguió reponer sus… “medicamentos”. Como recuerda la contraseña, deciden ir allí para ver si recaban más información.

Una vez en el “suministrador” de elementos de Desty, estos empiezan a hablar, ya que al ir el grupo fuertemente armados y estos son unos pequeños delincuentes, no han tenido ni tiempo de poder sacar las armas. Tras un poco de intimidación por parte del Major Fasbender, los traficantes de drogas comentan que un grupo muy duro de mafia, que proviene de los mundos independientes, están trabajando en una nave que hay al final de la calle, desde donde realizan los juegos clandestinos e ilegales, con fuertes sumas de dinero en apuestas de todo tipo; lucha de gallos, peleas extremas, centro de apuestas,…

Por ello, ni cortos ni perezosos, el grupo se dirige hacia el final de la calle. Armados como van y con los elementos como las gafas ordenador de los antiguos guardaespaldas del señor Corleone, Sigfrid detecta una cámara que enfoca el perímetro cercano de la nave, así como un sensor pasivo de movimiento, por lo que deciden entrar en la tercera nave antes de la del edificio en cuestión.

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